domingo, 31 de agosto de 2008

Ahora que llueva...

Todo cuanto he amado se queda en mi corazón marcándolo de manera indeleble, sin importar el tiempo transcurido desde el primer latido hasta la decadencia, el olvido o el abandono, la marca permanecerá ahí siempre y caminare con ella a dondequiera que vaya. Como un tatuaje que lo desgasta el tiempo, como as rocas que erosiona el mar, van perdiendo forma y adoptan nuevos significados, pero nunca me abandonan las vendas y mis heridas de guerra.

Sí no te amo es porque sería un desperdicio de fuerza innecesario, hay cosas que no vale la pena escribirlas y sin embargo te dedico mi tiempo , te escribo, te nombro, te rezo. Y esto lo hago solo por un motivo. Prefiero ponerte en la memoria de mis ecos dactilares, resguardar la línea de tu sombra en mi memoria, que marcar con tu nombre con cincel en mi corazón por los días que me restan. El tuyo está escrito en mis palmas que reaccionan como imanes atrayendose a tus sílabas. Esta escrito con tinta negra, que ironía, para que el agua se lleve el campo magnético que han creado tus cargas en mí, para que electrocuten otras almas y no la mia. Me protejo de tí como se defiende una enfermera de cualquier plaga, a vacunas y atendiendo enfermos. Te atiendo, estoy contigo, tomo tu mano para que mires tu nombre escrito y te sirva de placebo, seco tu sudor, pero no me verás en el camastro del lado siendo atendida. Sí presento síntomas de enfermedad, me alejo para que no me mires tocerte, sufrirte. Me curo sola y con relojito en mano me mantengo pendiente de mis medicamentos. Vuelvo entonces, radiante, con nuevas cosas que decirte, siempre cambiente, constante solo en la promesa de no amarte, solo en mantenere lejos, solo en borrarte pronto, el día menos pensado. Sentarme y contarte una verdad que desconoces y que yo tejo conforme van pasando las horas. Mis horas que te he dedicado no porque lo valgas, no porque lo merescas.

Si, sí no te amo, no es porque sea incapaz de esculpirte en mi alma, es por que hay rincones demasiado sagrados para decorarlos con cualquier graffiti callejero. Voy a borrarte, deseo mirar la tinta desdibujandose entre mis palmas, convirtiendose menos en ti conforme avanza su camino hasta la coladera. Solo falta que llueva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buena la pagina de los nombres! Cuanto falta para la siguiente lluvia?