miércoles, 1 de junio de 2011

No sé

Será. Que te pareces a esa parte de mi que ebulle cuando la noche se canta más oscura que de costumbre. Será que no eres de carne. Que no eres. Que tus músculos los conforman mis incapacidades, tus huesos son laminas de todas las cosas que nunca te dije y la extensa capa que envuelve tus contornos es un tapiz de mis recuerdos. O tal vez que te dibujo el rostro cada que un suspiro se encuentra con mi sistema y evacúo con el mi necesidad de decir tu nombre, de pronunciarte como parte de mi lista de pertenencias. Será que cuando empaco te doblo entre mis cosas para traerte siempre, usándote en todas mis combinaciones, vistiéndome con tus tapices. Será que te cuelgas la carátula del tiempo para contarme los segundos que pongo de espacio entre las promesas y el olvido.

Será que tu boca mordió mis células deformándolas todas, infectándome de muerte. Será que ahora se multiplican todas con la firma del fabricante a un ritmo tan acelerado que no hay ningún medio que logre contenerlas. Será que por eso entre más lavo mis recuerdos, más vívidas vuelven a mi tus palabras y se oye tu voz como si el sonido nunca se desgarrara en el espació. Será que un día dejaré de ser de carne. No seré. Mis músculos serán solo el cúmulo de todas tus incapacidades, mis huesos los formarán hileras interminables de las cosas que te callaste y esta tela que llamo piel no será más que el resumen de todos los momentos. Y me pareceré a esa parte de ti que solo existe cuando la noche en sus esquinas menos alumbradas me dice -No sé.

O será simplemente que tenemos partes que solo existen para nosotros, que solo viven si las vivimos.

No hay comentarios: